En el pintoresco pueblo de Iquira, en el Huila, dos familias caficultoras, los Anacona y los Amezquita, compartían una pasión ancestral por el café. Este amor por el grano dorado se transmitió de generación en generación, y fue en este ambiente que Yair Eduardo Anacona Amezquita encontró su inspiración. Guiado por el legado de sus abuelos, Yair Eduardo fundó Café Juan Octavio junto a sus hermanos y con el apoyo invaluable de sus padres. Su objetivo era llevar más allá las fronteras de Iquira y compartir con el mundo la rica tradición cafetera huilense.

Con ese propósito en mente,  abrieron sus tiendas de café de especialidad. Aquí, Cafe Juan Octavio no solo ofrece una excelente taza de café, sino una experiencia que narra la historia detrás de cada grano. Es un espacio donde propios y turistas pueden conectar con la pasión y el trabajo dedicado que cada familia caficultora ha dedicado durante años.

Cada sorbo de Café Juan Octavio en Neiva es más que una bebida; es un tributo al esfuerzo y la dedicación de dos familias, un homenaje a la cultura cafetera del Huila que se saborea con cada taza. Así, Cafe Juan Octavio se ha convertido en un lugar donde los visitantes pueden no solo disfrutar del sabor excepcional del café huilense, sino también sumergirse en la autenticidad y el carácter único que solo una historia familiar puede ofrecer.